En esa lista habría que incluir más personas e instituciones, Como Federico de Prusia, el Islam y la Iglesia. Se persigue lo que supone una amenaza, y que un grupo de gente variopinta y heterodoxa, que no admiten dogmas religiosos y tienen como premisas la libertad, la igualdad y la fraternidad, para regímenes o ideologías totalitarias es una amenaza.
El totalitarismo, por definición, intenta regular y controlar todas las facetas de la vida humana, desde en lo que crees, lo que piensas, lo que es verdad o mentira, incluso en los casos más extremos cómo y cuando haces el amor e incluso lo que comes. Además basa su poder en que sus ideas o sus dogmas son verdad y lo son para siempre. Muchos dictadores hablan de que sus imperios durarán miles de años. Lo hacía el Reich y lo hacían los emperadores chinos.
La masonería en sí, ni quita ni pone rey (aunque históricamente se le acusa de lo contrario). Simplemente admite que sus miembros piensen lo que quieran. Lo que ocurre es que durante muchos años la masonería, que ahora se define como discreta, ha sido secreta. Y el no saber lo que se hace dentro de las logías despierta lógicamente suspicacias. Además que al haber habido eminentes masones que han participado activamente en revoluciones de todo tipo, hace que siempre quede la sospecha de que nos dedicamos a subvertir el orden establecido. Nada más lejos de la realidad, de hecho una de las normas de la masonería es acatar las leyes y respetar las instituciones del país donde está la logia.
En principio en las logias no está permitido hablar ni de política ni de religión. Dejando a la libertad de los hermanos que piensen y crean lo que quieran. La masonería es una sociedad filosófica en la cual, lógicamente, se filosofa desde un espíritu de librepensamiento y respeto a las opiniones de las personas. Eso no quiere decir que para la masonería todas las opiniones sean respetables. Eso supondría caer en un relativismo moral que no es propio de la masoneria. Los masones tenemos principios éticos y morales básicos. Y compartir esos principios es lo que nos une. Un racista favorable al genocidio no es ni bienvenido ni respetado. Por eso la masonería no es un club abierto a todo el mundo. Además, como sociedad iniciática, va otorgando grados en función del crecimiento masónico de sus miembros. Es decir que no tienes todos los derechos nada más llegar. Sino que tienes que pasar por los primeros grados.
Otra discusión sería si ese secretismo (o discrección) es necesario hoy en día o si como propugnan algunos hermanos, tenemos que hacer la masonería más visible. Participar más en la sociedad con nuestras opiniones o no. Eso es otro debate y otro tema.
Espero haberte servido de algun ayuda, Maximus.
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