Querido geek:
La información que se cita que, según el prólogo del señor Brown, es "totalmente real" ... no es «tan real».
Bastante de la información que el señor Brown da como comprobada o cierta no lo es tanto, algunas de las afirmaciones científicas o históricas son "aventuradas".
Lo bueno de las novelas de Dan Brown es el ritmo que consigue en su relato, siendo la veracidad del mismo "secundaria" (sobre todo para él), a pesar de cualquier crítica es un libro entretenido, muy entretenido, por la forma en la que narra la historia, siendo menos importante el contenido. Este señor consigue un ritmo de narración espléndido, la forma en la que desvela la trama es magistral ... y por eso vende millones de ejemplares. Lo de definirse como "historiador" ya es otro cantar...
El señor Brown, por ejemplo, cita con sorna a la iglesia mormona y a su profeta fundador, diciendo que éste utilizó una “gafas mágicas” para traducir las planchas de oro que encontró ... lo cual quiere decir que no conoce ni un poco del tema (o ni lo ha buscado); por ejemplo, tampoco sabe que es el término "Urim y Tumim", lo que es bastante raro, ya que aparece hasta 7 veces en el antiguo testamento (Éxodo 28:30; Levítico 8:8; Esdras 2:63; Nehemías 7:65; Deuteronomio 33:8; Números 27:21; 1 Samuel 28:6), e incluso es citado por Paulo Cohello en su libro “El alquimista” -pero, por lo visto, el señor Brown no lee mucho-.
Aunque el Instituto de Noética existe, parte de las afirmaciones científicas que hace son risibles (recordemos afirmaciones como que la antimateria se puede llevar en un maletín, según publicaba el mismo Brown en "Ángeles y Demonios", por ejemplo).
Dar por sentado ciertas afirmaciones acerca del diseño de la ciudad de Washington o de la naturaleza de muchos de sus monumentos o edificios, e incluso afirmaciones sobre el origen egipcio de la masonería que son bastante "curiosas"... y carentes de demasiada base que lo apoye. También hace afirmaciones como que los Padres Fundadores "creían en las palabras de Jesús, pero no creían, por ejemplo, que fuera hijo de Dios ni que hubiera resucitado de los muertos", que no sé de donde se lo ha sacado; me imagino que le viene bien a la trama
El libro "Toda la verdad sobre «el símbolo perdido»" de Burstein y de Keijzeer se divierte analizando diversos errores, exageraciones, fallos e invenciones en unas 314 páginas
Salu2