Deseo dar mi opinión.
Sinceramente creo, aun cuando algunos usen esa excusa, que no es el secreto lo que molesta a la jerarquía católica. Es evidente el elemento contestatario que históricamente se asocia con la masonería, S. XVIII y XIX. El Catolicismo, especialmente sus jerarquías, cerraron filas para defender el establecimiento, aún cuando la injusticia del mismo era evidente. La virulencia, que incluyó en mi país la celebre frase de cierto prelado, cuando afirmó EN EL PULPITO, que matar masones no era pecado, deviene de que la masonería constituyó una suerte de sistema contra el establecimiento. Aun cuando, para ser equilibrados, debemos decir que la virulencia no es exclusiva de la jerarquía eclesial.
Por otro lado, es evidente que la razón de ser del Cristianismo, en general, pasa por la declaración de "Yo soy el camino, la Verdad y la Vida. No se viene al Padre sino a través de Mí" (parafraseo de memoria disculpen si mi equivoco). Esa declaración de exclusión crística pone por fuera a los musulmanes, budistas, y una larga lista de etcéteras. Parece que cualquier cristiano debería atender a ese elemento; es decir, ¿supone la masonería una apertura a "otra verdad" u otro "camino"? Si la respuesta es afirmativa... ya estamos fuera del cristianismo. Pero en esto nos enfrentamos a nuevamente a que no sabemos, porque no podemos saber, porque nos está vedado conocer para comparar, debemos conocer para pertenecer.
Como he dicho en otro aparte, valoro en retrospectiva el aporte del secreto en la supervivencia de la masonería, es evidente. Pero observo que hoy por día para enfrentarse a un monseñor Builes es más efectivo un "tuit" que un "sssshhh".
|