En realidad, no he formulado una pregunta, sin embargo he hecho una leve pincelada de la realidad. Me causa asombro que socialmente sea un estigma la condición sexual y que además, sea un escollo para el desarrollo personal, por no mencionar de las etiquetas identificativas a la que son expuestas personas por ese motivo. A menos que sea una disfunción, patología o delito, pienso que la sexualidad pertenece al campo íntimo de cada persona, y la intimidad es un derecho constitucional. Condicionar ésta, para mí, simple ser humano social, ya constituye un delito o como mínimo una agresión a mi espacio vital de desarrollo personal.
Y no entro en determinados espacios que se nominan como librepensadores, pues desconozco el tema y esos espacios.
Sin embargo, si acotan y limitan entrada por razón religiosa, política o condición sexual, no creo que la denominación librepensamiento sea muy acertada. Solo es una humilde opinión, aprovechando que aún no hay censura.