Hola JG:
No sé referirte a ningún autor actual sobre hermenéutica, personalmente me pasa con ésta lo mismo que con la gnoseología, ontología, epistemología e incluso la gramática; cuando se teoriza demasiado se termina haciendo complejo lo sencillo. Si la experiencia te enseña a pensar, hablar y escribir bien, no le veo mucho sentido a saber si se trata de la cosa-en-sí, de una flexión, un morfema, exégesis, noúmeno, inmanente, episteme, esencia, universal o sintagma. Sin la experiencia no hay nada, sólo teoría.
Quizás lo más claro y útil que se puede sacar de la hermenéutica es que cada cosa puede ser entendida según diferentes perspectivas o sentidos: Literal (histórico o parabólico); Alegórico (entendimiento diverso); Espiritual (divino); Anagógico (místico); Tropológico (moral); Natural (en relación a la obra de la naturaleza). Cada tipo de comprensión está condicionado obviamente al conocimiento previo necesario para comparar el símbolo con el sentido que se le da. En algunos casos este conocimiento previo surge del estudio y la información acumulada en la memoria; en otros de la práctica y la vivencia. En el mejor de los casos surge de ambas vertientes, entonces el símbolo se verifica como realidad y puede prescindir de su valor simbólico, deja de ser una representación para ser lo representado. Lógicamente cuando esto sucede, uno puede expresarse simbólicamente en cualquiera de los sentidos en que el símbolo haya sido interpretado, ya que éste es asimilado, pasa a ser parte de uno. Esto hablando en términos generales, en cualquier ámbito del símbolo, desde la palabra hasta el mito.
En relación a la masonería, el método de enseñanza no se basa sólo en los símbolos sino también en el ritual (que en realidad viene a ser como símbolo en movimiento), pero quizás de lo que más se aprende es de la relación y conviviencia entre hermanos, precisamente por la parte vivencial, emotiva y visceral del asunto. La limitación en el uso del símbolo está en quien la usa, su utilidad es tan amplia como se ha detallado arriba, precisamente por la amplitud y diversidad de individuos para interpretarlo, desde quienes desean limpiar de símbolos su taller hasta quienes veneran al Delta como cosa-en-sí.
Saludos...
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