Querido Roderic:
La experiencia de cada uno es bastante "personal" ... ¡¡Toma obviedad!!; cierto, pero algunas personas el día de su iniciación pueden notar la plenitud, una sensación marvillosa, ... o hasta una desilusión.
Mi experiencia personal: Pasando de largo el tema de la iniciación (que da para mucho pero todo tan íntimo que me guardo la mayoría, así que lo soslayo), mi recorrido por masonería pasa de 11 años ... y me parece muy poco tiempo ¡¡Se me ha hecho cortísimo!!
No puedo resaltar, ni me parece digno de mención ningún cargo, grado, congreso, delegación, reunión ni zarandaja ... lo único que me quedo, que me llena y que me quedará es simple y valioso: Conocer a las personas, tener cierta sensación de compartir, de fraternidad, de las vivencias (y se trata de alegrías, cabreos, penas, pesares y jolgorios -que hay de todo-). Tratar con las hermanas y con los hermanos, pero no ese "tratar" ni "hablar" que es accesible a cualquier persona que te encuentres, sino el poder conocer a alguien que te habla, te trata y te considera un «hermano» de una forma que pasas a ser "su familia" de forma íntima, sencillamente.
No sé si lo explico bien, ni sé si soy capaz de transmitir algo que es totalmente sensación, que es inansible e intangible; pero es lo que a mí más me ha impresionado de alguna manera. Lo que aún hoy me impresiona, lo que valoro y lo que me enorgullece. Me siento honrado de que alguna de esas personas que quiero, que conozco y admiro me llamen "hermano".
Salu2
_________________ kêfàs - "Piedra bruta" en arameo "Todos somos genios. Pero si juzgas a un pez por su capacidad de escalar árboles, vivirá toda suvida creyendo que es inútil" - A. Einstein
|