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Gracias a todos por vuestras respuestas. Visto desde fuera el panorama creo que no hay nada de extraordinario que si alguien tiene un amigo/a del que se sabe a ciencia cierta que podría encajar perfectamente en los planteamientos masónicos, que tiene un bagaje ético y moral del que no se tiene duda, y que puede aportar desinteresadamente su propia energía a la colectividad, el procurar algún tipo de acercamiento a título orientativo para hacerle ver que sus capacidades o planteamientos vitales podrían encajar en el grupo al que se pertenece. Especialmente si, como sucede, visto desde fuera muy poca gente llega a contemplar la posibilidad de entrar en masonería porque es algo que queda muy lejos de sus opciones cotidianas. Fundamentalmente por falta de conocimiento del funcionamiento o, incluso, de la propia existencia de alguna logia en las proximidades de su entorno. No pienso que sea proselitismo sino, más bien, un acto de generosidad hacia la persona a la que se le puede ayudar a hacer la luz y para el propio colectivo, dado que ambos pueden beneficiarse del encuentro aunque, naturalmente, no a la misma escala. Gracias de nuevo.
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