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Claro! de "marcossj", quien inició este hilo, y la duda que le planteo en relación al título que puso.

Saludos...

Vamos a plantear el asunto de otra manera.

Un hombre, prescindiendo de si es ateo o creyente, de la GLE o del GODF, bético o sevillista, que no tiene familia ni amigos ni perro que le ladre, va por un desierto y se encuentra con un mendigo alcoholizado que está perdido. El mendigo no tiene tampoco familia ni amigos ni perro que le ladre. Las condiciones del entorno garantizan absoluta impunidad y absoluto secretismo. Nadie sabrá nunca nada de lo que pase ni tendrá consecuencias de ningún tipo.

Entonces el primer individuo saca una pistola y, por capricho, mata al mendigo, y luego se vuela la tapa de sus propios sesos.

¿Está mal lo que ha hecho el primer individuo? ¿Lo está total o parcialmente? ¿Por qué está mal, si es que lo está? Y un asunto crucial: una vez que los dos están muertos, ¿se supone que es como si no hubiese sucedido nada?

Esto en realidad es una versión libérrima del problema que plantea Agustín de Hipona: si yo estoy en una habitación donde nadie me ve, ¿puedo hacer lo que me plazca?

El problema tiene su interés.

Mozard, me gusta el planteamiento.
Analicemos esa secuencia.
Pero antes, aprovechando que nadie me ve, tomaré un café...

Querida Myriam, aunque se hable de lo mismo, cada temas es diferente.
¿Qué le vamos a hacer? Soy antropocéntrico, y cada persona es -para mí- un universo.
Y El Universo es algo infinito...

Finito!

P.D.: Por lo visto también ha pasado para marcossj.